Puente de Domingo Flórez- Pumares (5 kms)
Salimos de Quereño cogiendo a la izquierda e iniciando un pequeño ascenso, sobre unos 400 metros, pasando al lado de las instalaciones de ENDESA. Ya en el alto se contempla una magnífica vista de todo el núcleo de Puente de Domingo Flórez, enmarcado por suaves montañas, así como del río que en este punto se ensancha, debido a la cola del embalse de Pumares.
El camino avanza en paralelo al río, teniendo que cruzar la vía férrea. Ya al otro lado el trazado del ferrocarril también nos acompañará marcando la ruta. La primera población gallega es Pumares que cruzaremos por la plaza de la Estrella, donde encontraremos una ermita y una fuente donde podremos refrescarnos.
Pumares – Sobradelo (5 kms)
Desde Pumares se sigue caminando paralelamente al ferrocarril y al río, obsevando del otro lado unas naves industriales para la pizarra. Estamos atravesando por una de las explotaciones mundiales más grandes de este mineral, donde se extrae el 60% del mismo.
Casi llaneando el camino discurre por un paraje donde abunda un matorral de tipo mediterráneo: jaras, tomillo, lavanda, retamas … cuyos vistosos colores y aromas hacen las delicias del caminante, sobre todo en primavera. Pasando los restos de casas abandonadas de lo que fue Nogueiras, se sigue por un precioso tramo enmarcado por muras de piedra rojiza, que en algún caso corta perpendicularmente al río para poder hacer el camino. Las panorámicas, tanto del río como de Sobradelo, que ya se divisa al fondo son espectaculares.
Llegamos a Sobradelo, capital del municipio de Carballeda de Sobradelo, entrando por el denominado Barrio Vello, por una estrecha y empinada calle que nos lleva hasta el Barrio Nuevo, construido a ambas márgenes del puente, conocido por A Pontenova. Este es de 7 arco y fue construido entre los siglos XVI y XVII. Existía un puente más antiguo, a unos 300 metros, río arriba, llamado A Pontóriga, supuestamente romano.
Sobradelo – Éntoma (3 kms)
Se sale de Sobradelo, por la carretera OU- 0801, que conduce a Éntoma, en el municipo de O Barco. Nos introducimos en el núcleo dejando la carretera y girando a la derecha por camino que conduce hasta el hermoso puente. Supuestamente de origen romano, tiene un solo arco de cal y canto y fue reconstruido en el siglo XVII, sobre el río Galir.
Éntoma – O Barco (3,5 kms)
Abandonamos Éntoma dejando a la derecha la iglesia de San Juan Bautista con su espadaña y la inscripción de la Cruz de Malta, testimonio de que ha pertenecido a la orden de San Juan de Jerusalén, Encomienda de Quiroga hasta 1873.
El camino real seguía por la actual carretera OU-0801, hacia O Barco, pero actualmente, para evitar el asfalto, se ha optado por un camino de tierra, que se desvía a la derecha, nada más dejar Éntoma. Este pequeño tramo es de una gran belleza, enmarcado primero por alcornoques, luego un pinar, para dar paso al viñedo desde donde se divisa la villa del Barco.
Cruzamos de nuevo la carretera OU-0801, pasando bajo un subterráneo la línea del ferrocarril, siguiendo unos metros casi pegados al mismo río Sil.
Se cruza la carretera N- 536 para entrar en la villa de O Barco por la calle Real jalonada por antiguas casonas, algunas de ellas blasonadas para desembocar en el hermoso paseo del Malecón. Se sigue todo el Malecón para girar a la derecha y seguir por la Avenida de Ourense, Rúa Castelao, Rúa Eulogio Fernández, dejando atrás la villa , para salir hacia Veiga Muiños.
O Barco – Vilamartín (7 kms)
Se sale de O Barco por la antigua carretera que lleva hacia A Proba, entre la N- 120 y el río, para continuar hacia Arcos, que queda a la derecha de la N-120, y, continuar llaneando hacia Vilamartín. Se cruza la vía del ferrocarril por paso elevadizo y se baja por el camino que sigue paralelamente al río Sil, dejando una vistosa pasarela que lo cruza, a escaso metros, antes de entrar en Vilamartín.
Ya en Vilamartín cruzamos el antiguo puente de A Rodeleira, sobre el arroyo de Leira para seguir por el malecón de Vilamartín, donde se ubican las piscinas y un albergue municipal. La villa tiene vestigios romanos con numerosas cuevas excavadas en la ladera para extraer el oro, hoy convertidas en bodegas.
Vilamartín- A Rúa (5 km)
Siguiendo una larga recta entre la vía férrea pasamos pegados al embalse de Valencia, sobre el río Sil. Enseguida se alcanza la antigua carretera N-536, un tanto peligrosa que nos lleva a la misma entrada de A Rúa, pero que nos permite contemplar bellas estampas del valle de Valdeorras.
Salimos de la carretera para coger a la derecha, dejando a la izquierda la ermita de San Roque. Una estrecha calle, con casas blasonadas nos introduce en lo que se llama Rúa Vella llegando a la iglesia parroquial de San Esteban, lugar que alberga una hermosa talla de Santiago Peregrino.
La ruta se abre a una zona de viñedos, conocida por Campogrande, debajo de la carretera N-120, para descender al barrio de Fontei, donde se ubica la iglesia parroquial y la Casa Grande de Fontei.
Una buena opción es acercarse hasta la zona del Malecón, a orillas del río Sil, donde se ensancha por la cola del embalse de San Martiño, donde el peregrino encontrará la paz y frescor más esperado. Y, ya hecho un descanso, visitar el puente romano de A Cigarrosa, que marca en límite entre los lugares de A Rúa y Petín, sobre cuyos arcos de gran belleza pasaba la Via Nova o Vía XVIII, que unía Bracara Augusta con Asturica Augusta.