Unos 70 miembros de la Asociación del Camino de Invierno recorría el pasado domingo el Camino de Invierno entre Pazo Reguengo a Chantada. A pèsar de la mañana fría pudieron disfrutar de incomparables paisajes que les llevaron desde San Lourenzo hacia Piñeiro, pasando por la calzada romana de Castillones, en el concello de Pantón, enmarcada entre robles, algunos centenarios, Luego subían por Virís y Outeiriño hacia Camiño Grande, entrando en tierras del concello de O Saviñao, entre pradería y viejas "carballeiras". A pesar de que algún tramo estaba un poco anegado e incluso corría a su largo el agua, no le restó ningún encanto a la caminata.
Pero si hay un tramo que destaque, es la bajada por los Codos de Belesar hacia el río Miño y los bancales que cuelgan de ambas laderas. Previamente, delante de la iglesia de Diomondi, les esperaba un cámara y una periodista que están haciendo un reportaje sobre el Camino de Invienro, encargado por la Asociación del Camino de Invierno por Ribeira Sacra, ante su XX Aniversario.
Los más valientes llegarían hasta Chantada tras superar la dura prueba, el ascenso por los Codos hacia San Pedro de Líncora.
Tomaban fuerzas en el Restaurante Os Pendellos de Chantada donde nunca defrauda su buena cocina y exquisito vino de la tierra.
Finalizabala Jornada con una visita guiada a las pinturas murales de la iglesia chantadina de Santa María de Nogueira, situada sobre el famos meandro O Cabo do Mundo. Sus recién restauradas pinturas renacentista, en el año 2017, descubrieron la belleza y el valor que encierra este templo que ha pasado a ser conocido por la Capilla Sixtina de Galicia. La igleisia de origen románico se construyón en el siglo XII, aunque su fachada se reformó al estilo barroco, conservando el rosetón románico.
Los asistentes pudieron disfrutar de una magnífica visita guiada por el historiador Xosé Lois García.