La Ribeira Sacra sigue imparable hacia la consecución del distintivo que la declare Patrimonio de la Humanidad en el 2021, dentro de la categoría de Paisaje Natural.
La singualaridad de este territorio de unos 180 kilómetros cuadrados con más de 1.800 construcciones catalogadas y la profundidad de sus ríos encañonados, Sil y Miño, donde se cultiva el vino en bancales tiene más que merecido este galardón.